REINA DEL MONTE CARMELO

lunes, 27 de junio de 2011

EN EL CORAZÓN DE CRISTO


SALMO RESPONSORIAL 36, 3-4. 18-19. 27-28. 39-40
R. El Señor es quien salva a los justos.
Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R.
El Señor vela por los días de los buenos, y su herencia durará siempre; no se agostarán en tiempo de sequía, en tiempo de hambre se saciarán. R.
Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una casa; porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles. Los inicuos son exterminados, la estirpe de los malvados se extinguirá. R.
El Señor es quien salva a los justos, él es su alcázar en el peligro; el Señor los protege y los libra, los libra de los malvados y los salva porque se acogen a él. R.







Aquel que diga que hace algo por Cristo; esta fuera de Cristo. Porque no es Dios quién necesita al hombre sino el hombre quien necesita de Dios.
Solo las mas tremendas idolatrías, los egocentrismos, se pavonean con la creencia de ser corredentores. Cuan cruel es a los ojos de nuestro Señor las falsas beaterias.Las cuales en la mayoría de los casos no responden a un amor sincero a Dios. Sino a un amor al estatus social que se adquiere diciendo que esto aquello se hace por Dios.
Que necio es el ser humano creyendo que ayuda a Dios, cuando la realidad es que el único que necesita ayuda es el hombre.
No os cobijéis en vuestros corazones como las serpientes que anidan en las oquedades oscuras de las rocas. Habitad en el corazón de Cristo como el aparcero que cultiva una tierra extraña. La tierra de su Señor. Aceptad ser arrendatarios eternos de la hacienda del Padre. Pues vivimos en el alquiler del amor de Dios. Somos deudores de su grandeza y misericordia.
Quién vive en el Corazón de Cristo ya no siente por si mismo. sino en Cristo. Sed como la hiedra que crece gracias al alimento y el soporte que le proporciona el árbol. Arraigaros en Cristo con raíces de humildad. Hacetad ser un pequeño brote para que El Árbol os reconozca como rama.

jueves, 23 de junio de 2011

LA PALABRA ERA VIDA

Al principio existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
Al principio estaba junto a Dios.

Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra
y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.

En ella estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.



Hoy; jueves 23 de junio de 2011 se celebra la festividad del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo en muchos lugares de España. Los imperativos políticos y sociales han obligado en muchas comunidades autónomas a trasladar esta festividad al próximo domingo. Mas el día idóneo para esta celebración es el Jueves. El día en el que se constituyo el Santísimo Sacramento del Altar. El día de la Pascua de Nuestro Señor. El día en el que actuó el Señor.

En estos los primeros versículos del Evangelio de Juan se esconde, y se intuye de manera instantánea el significado de esta festividad. Cristo el La Palabra. O como rezamos en el Ángelus " El Verbo que se hizo Carne y habitó entre nosotros"

Muchos son los significados que puede atribuirse a los vocablos "palabra" y "verbo". Si los analizamos desde el punto lingüístico palabra puede significar: voz, compromiso, forma de materialización de los pensamientos, comunicación.
Sin embargo el término "verbo" indica y puntualiza otro significado mucho mas rotundo. ACCIÓN. Una acción intemporal. Un presente continuo en la relación de Dios y los hombres.
En el primer versículo se nos habla de la característica mas importante de Dios. La ACCIÓN frente a la potencia. El significado etimológico de "Dios", su traducción de las antiguas lenguas vernáculas. No es otro que: "El que Es". Es decir como diría Aristóteles, el primer motor inmóvil. Lo que genera sin transformarse desde el inicio. El principio de todo. Aquello de donde nace todo sin perder su naturaleza primogénita. Y se nos dice que Cristo es Dios. Y se afirma con este dogma la inmutabilidad de la naturaleza de la segunda persona de la Trinidad. Cristo no se convierte en hombre. Ya lo es. Como ser divino que origina todo lo creado en su carácter natural coexiste con el término "hombre". De la misma manera que es agua, viento, luz, madre, padre,etc... Pero este atributo soló es propio de Dios. Ni el viento, ni el agua, ni la luz,etc... Es Cristo, o sea Dios.

Se habla de la Palabra como fuente de vida, eterna, inagotable. Y se narra en dos vertientes distintas. Las propias de la doble existencia del hombre. La simple materialidad como argamasa que origina todo lo creado. La la vertiente espiritual del hombre. El Alma Humana. Como hecho espiritual es intemporal, eterno. Pero no es menos cierto que sujeto, también a las reglas de la potencialidad. Es decir será eterno si se mantiene dentro del marco material del hombre, la cara espiritual del mismo. Ese soplo divino del que se nos habla en el Génesis.

En la medida que La Palabra (Cristo) permanezca vivo en el hombre, el hombre será eterno a través de ella. Dios se hizo hombre, y vicio, predico, y lo más importante. Nos salvó de la condición material humana al sacrificarse como hombre que no renunció jamas a la fe en Dios. Pero es más ese Cristo quiso permanecer después de su ascensión con el hombre. Para que el hombre no se volviese a perder en las tinieblas. Y lo hizo en el acto más sencillo y más esencial para la vida del hombre. El alimentarse. Creando el vinculo perfecto entre lo material y lo inmaterial. Pues sabía que hay momentos difíciles entre los cuales nos vemos tentados a escoger entre una vida u otra. Entre un señor u otro como nos transmitiría de viva voz. No se puede servir a dos amos a la vez. Quién sirve a Cristo solo admite un Señor. La nueva criatura engendrada tras su paso por este mundo. EL CRISTIANO. Constituye las dos caras de la moneda. La materia caminante hacia el reino de lo espiritual.

Cristo se nos da como Señor de lo material e inmaterial. Es el infinito donde convergen dos lineas, aparentemente paralelas. El punto de destino y el de origen.
Todo es en Dios ya que Dios lo hizo todo.

Gloria y honor por los siglos de los siglos al Dios de Abraham, al Dios de Jacob, al Señor de los Ejércitos.