REINA DEL MONTE CARMELO

viernes, 4 de junio de 2010



" Por Cristo; con Él y en Él "


Muchas son las voces que hablan de la " modernidad " de la Iglesia. La mayoría repite este soniquete cual papagayo que imita sonidos del ambiente que les rodea. Más la única modernidad que necesita la Iglesia es seguir con autenticidad a Cristo.
Pues la modernidad no es un concepto, exclusivamente cronológico sino que conlleva un espíritu de renovación constate en busca de la suprema perfección: " Ser a imagen y semejanza de Dios(Génesis) ".

Pero todos estos esperan, agazapados en la distancia, medio avergonzados de Creer. Son los que la Iglesia necesita. Y son los que la Iglesia tiene que salir a buscar ( parábola del Buen Pastor ).

Los que están dentro, una mayoría muy importante, son los dignos sucesores de las Fariseos. Beatillos de capilla y Letanías. Que creen que la Fe sólo consiste en repetir, mecánicamente plegarias. Forulas pseudo alquímicas de ganarse el Cielo. Nada más lejos de la realidad.

Es cierto que sin la ayuda de Dios cualquier intento de ganar la Santidad está abocado al fracaso. No es el hombre el que sale al encuentro de Cristo. Él, solo Él, es quién nos va llamando asu lado. Y está llamada es como un gran bocinazo que nos debe hacer despertar del letargo en el cuál nos tiene sometidos: la sociedad, las costumbres, la familia... etc. Todos esos "peros" que pones delante de la voz apacible, que no exige sino invita a disfrutar de Su amistad. No hay mayor realidad en el mensaje de Cristo: " Niégate a ti mismo y sígueme ".

Todavía hoy hay profetas ( si se me permite la expresión ) que intentan que esta realidad sea la máxima de comportamiento de la Iglesia. Ahí está la Modernidad del mensaje de Cristo. Y estas pequeñas e insignificantes voces que gritan en el desierto son masacrados la casta del impuro Sacerdocio Fariseo.

Taciturnos de los horarios que dividen su existencia como cronómetros exactos. Ahora toca el rezo... después... Dios desaparece de sus vidas hasta comenzar un ciclo nuevo. Todo lo que sea trastorno en esta repartición es contrario a la ley social del Cristiano practicante. El cual se recrea en el cuento de la bella durmiente del bosque. Y los que proponen algo más ya molestan. Los crucifican con sus comentarios, propios de la Soberbia de Buenos Cristianos. Con sus no aprecios y la constante utilización de su buena voluntad para encargarles los más engorrosos trabajos. Los convertimos en mártires de la Fe. Y solo reconocemos sus virtudes cuando alguien cae en la Verdadera realidad que estos han vivido.

¿ Cuán difícil es ser Cristiano dentro de la Iglesia ?

A todo este Sanedrín ,que sin lugar a dudas, esta próxima festividad del Corpus Christi saldrán luciendo sus filanterias por las calles. Decirles: cuando comulguéis recordar que no lo hacéis con ruedas de molino sino con el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Comulgáis con ese Dios, hecho hombre por amor, que fue tratado como una vocecilla molesta y discordante con la costumbre de la época.

Y en cuanto aquellos que piden modernidad en vez de aportarla que reciban ruedas de molino. ¡ Gloría al Dios de los Ejércitos !