En la antigüedad, todos los reyes y una buena parte de jefes de estado, utilizaban la expresión en los elementos recordatorios de se ascensión al poder la leyenda: " por la gracia de Dios ". Unos hicieron grandes cosas por sus pueblos. De otros cabria pensar que gracioso era Dios. Pero tras esta antigua leyenda se esconde una realidad irrefutable. Estemos donde estemos, sea el estado que sea. Fue creado y nació del Amor de Dios y del deseo de paz, prosperidad y justicia en su devenir histórico.
Algunos usurparon el poder por la fuerza, otros lo adquirieron democráticamente y se corrompieron...Otros fueron fieles con su pueblo y con el Plan Original de Dios: EL CRECIMIENTO DE LA HUMANIDAD.
Pero ninguno se lo entrego a otro. Esto quiere decir que solo Dios tubo la suficiente confianza para dejar Administrar lo que por El fue creado por un ser inferior como el hombre. Quiso Dios que la medida de su generosidad no estuviese presidida por el criterio de capacidad, sino por el respeto a la dignidad humana y la disposición al servicio del aspirante a dirigente.
Por si fuera poco ¿ cuantos dirigentes se han sacrificado para no consentir que nadie tocase un solo pelo de la cabeza de los suyos ?
Aunque racionalmente no podamos demostrar la existencia de Dios. Si podemos concluir que en toda la actuación Divina hay una racionalidad y coherencia que, ¡ ojala ! Se diese entre los hombres.
Es por todo esto que merece el Título de REY DE REYES.
